4.5.07

La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza

1.- Contexto socio-histórico

La novela recrea el ambiente de Barcelona en el período 1917-1919.

A principios de siglo, Barcelona es el núcleo más industrializado de España. Surgen movimientos anarquistas, sindicalistas y socialistas que tratan de organizar el descontento de la clase trabajadora. Con la Primera Guerra Mundial (1914-1917), y debido a la fuerte demanda de los países beligerantes, la industria textil catalana vive momentos de esplendor, que provoca el enriquecimiento de unos pocos mientras la mayoría pasa por muchas dificultades. En 1917 se proclama la huelga general revolucionaria. Cuando a finales de 1919 los patronos con el apoyo del gobierno y de los políticos catalanistas deciden clausurar las empresas y dejar sin empleo a miles de trabajadores, la lucha sindical se ve sustituida por la acción terrorista. Los pistoleros de la CNT se enfrentan a los de la patronal, al tiempo que el terrorismo oficial populariza la ejecución mediante la conocida como “Ley de fugas”.


2.- Contenido y estructura de la novela

La novela se compone de dos partes, divididas respectivamente en cinco y diez capítulos. Cada uno de estos está formado a su vez por un número indeterminado de secuencias, marcadas por espacios en blanco.

En la primera parte aparecen mezclados tres tipos de textos:

  • Documentos que se han presentado como pruebas (artículos publicados por el periodista Pajarito de Soto, declaraciones ante el comisario Vázquez, cartas, etc) y transcripciones literales de los interrogatorios que se producen en un juicio que se celebra en Nueva York, en 1927, para tratar de aclarar unos hechos acaecidos entre 1917 y 1918.
  • Una narración en tercera persona omnisciente.
  • Una narración en primera persona, mediante la que Javier Miranda va contando su versión de los hechos.

En la segunda parte desaparecen casi por completo todos los documentos relacionados con la investigación oficial del Juzgado de Nueva York, pero continúa la doble narración en primera persona (recuerdos de Javier Miranda) y en tercera omnisciente.

En los cinco primeros capítulos de la segunda parte, con eventuales saltos temporales, se nos cuenta el ascenso social de Lepprince y el matrimonio de Miranda con María Coral. En los cinco restantes, la trama se desarrolla de forma lineal: se aclaran los aspectos oscuros de la historia y Javier Miranda se da cuenta de cómo él también ha sido utilizado por Lepprince. Hacia el final, el comisario Vázquez hace un resumen de los hechos (p.440 de la ed. Seix Barral)


3.- Técnica narrativa: el narrador y el tratamiento del tiempo y el espacio.

Lo verdaderamente significativo de La verdad del caso Savolta es que renueva el género policíaco mediante procedimientos propios de la novela experimental, como la narración discontinua (el relato no sigue un orden cronológico), la multiplicidad de perspectivas desde las que se nos cuenta (documentos, recuerdos de Javier Miranda, narrador en 3ª persona) y el uso de diversas modalidades del discurso (diversos registros lingüísticos: coloquial, culto, lenguaje administrativo, periodístico, etc.)

a) El narrador

Javier Miranda -desde su residencia en Nueva York, pasados casi diez años años, y con motivo de un juicio para tratar de cobrar el seguro que había suscrito Lepprince- recuerda una serie de acontecimientos en los que se vio implicado y que giraron en torno a la muerte del industrial Savolta (“del juicio y mis declaraciones han brotado estos recuerdos”, p. 461 de la ed. Seix Barral). Este narrador en primera persona es un narrador limitado, ya que sólo conoce parte de los hechos e ignora una porción fundamental de lo sucedido.

Además de este narrador en primera persona, existe otro que narra en tercera persona. Es un narrador omnisciente. Sabe todo lo que sucede e incluso entra a explicar los pensamientos de los personajes y sus deseos más profundos.

El tercer punto de vista adopta las formas de los documentos que sirven de prueba en la acción judicial y que pretenden aclarar lo sucedido

Se narra, pues, desde una perspectiva múltiple y utilizando la técnica del “contrapunto”: se salta de una secuencia a otra, de un punto de vista a otro, y no siempre se respeta el orden lineal.

b) El tiempo novelesco.

Los interrogatorios del juicio ocurren en 1927, diez años después de que hayan sucedido los hechos principales. El marco histórico de la novela se extiende, pues, desde 1917-1919 hasta el momento en que Javier Miranda, emigrado a Estados Unidos, cree que ha pasado suficiente tiempo para reclamar el seguro de vida que contrató Lepprince.

En cuanto a la narración de la historia, en la segunda parte se sigue un cierto orden cronológico, pero en la primera parte hay frecuentes analepsis (“flash back”) o vueltas atrás para aclarar sucesos o presentar antecedentes de los personajes. Es el lector el que tiene que ir componiendo la cronología de la sucesión de los hechos.

c) El Espacio de la novela.

La acción se desarrolla fundamentalmente en un espacio urbano, la ciudad de Barcelona. Sólo en los episodios de la persecución de María Coral descubrimos el paisaje natural y la geografía de los pequeños pueblos cercanos a los Pirineos leridanos.


4.- Lenguaje.

Es una novela de gran riqueza estilística y de variedad de registros:

  • El lenguaje administrativo, presente en transcripciones de documentos, interrogatorios judiciales, declaraciones, informes del comisario Vázquez, etc.;
  • el lenguaje periodístico, en los artículos de Pajarito de Soto;
  • el lenguaje literario se reserva para las descripciones, algunos diálogos y el relato de algunos episodios;
  • hay expresiones en catalán y palabras del registro vulgar puestas en boca de los obreros.

5.- Temas.

Aunque el motor es una intriga policíaca, es evidente que el tema central de la novela es el corrosivo análisis de la realidad económica, política y social de la Barcelona de principios del siglo XX, en la que conviven una burguesía reaccionaria, otra liberal y un potente movimiento obrero y anarquista.

El árbol de la ciencia, de Pío Baroja

Aunque publicada en 1911, la acción se desarrolla entre 1887 y 1896. Es una obra de carácter casi autobiográfico dividida en dos partes simétricas (I-III y V-VII) separadas por una larga conversación filosófica entre el protagonista y su tío, el doctor Iturrioz (IV).

En la primera de ellas se narra la vida estudiantil de Andrés Hurtado. A través de su familia, profesores, condiscípulos y amistades diversas, Baroja traza una despiadada radiografía del Madrid burgués y proletario de finales del siglo XIX.

En la segunda se nos cuenta la estancia de Hurtado como médico en Alcolea, pueblo manchego ficticio (aprovechada para mostrar la penosa situación del campesinado: caciquismo, ignorancia, desidia, resignación); su vuelta a Madrid (a destacar el casi informe que realiza sobre la prostitución de la época que realiza gracias al trabajo de Andrés Hurtado como médico de higiene) y, finalmente, el desgraciado matrimonio con Lulú, chica que conoció en sus tiempos de estudiante.

El intermedio filosófico (IV) descansa en el diálogo directo (es, por lo tanto, radicalmente diferente al resto de la novela, ya que en ella predomina la narración en tercera persona omnisciente) y contrapone el pragmatismo anglosajón (defendido por el doctor Iturrioz) al idealismo alemán, que tiene como valedor a Andrés Hurtado.

En el aspecto narrativo cabe destacar:

  1. El uso preferente, como se acaba de indicar, del narrador en tercera persona omnisciente.
  2. La focalización de forma exclusiva a través de Andrés Hurtado.
  3. La utilización de la narración lineal.
  4. La riqueza de personajes secundarios -casi todos caracterizados de forma negativa- de entre los que destaca Lulú, personaje ideal (es el único o, al menos uno de los pocos, que no tiene base autobiográfica) que Baroja construye poco a poco: comienza siendo una muchacha aparentemente insignificante y acaba como una mujer de carácter, inteligente y sensible.

Aquí tienes un resumen más extenso de la obra y, al final de la página, enlaces a otras novelas de Baroja.