27.3.07

La familia de Pascual Duarte

Esta novela contiene las ''memorias'' del condenado a muerte Pascual Duarte.

Dejando al margen el andamiaje de prólogos, cartas y demás con que Cela pretende dotar de verosimilitud a la obra, el relato se desarrolla a lo largo de diecinueve capítulos.

Los primeros cinco se centran en la niñez, la juventud y la familia del protagonista:

  • Su pueblo y su casa (cap. 1),
  • sus padres (2),
  • su hermana Rosario (2-3),
  • su hermano Mario (4-5). Al final de este capítulo, Pascual hace amor con Lola, su futura mujer.
En el 6º, un Pascual maduro y ya preso medita sobre la muerte.

Tras esta pausa reflexiva el relato continúa: el protagonista, sin dejar de ser hijo y hermano, se nos presenta también como novio, esposo y padre. Así,

  • se casa con Lola (7) y
  • se va de luna de miel a Mérida. Al regreso, se queda con sus amigos de soltería y deja que su mujer siga sola a caballo hasta la casa (8).
  • Lola aborta al ser descabalgada por la yegua (9).
  • El segundo hijo muere a los once meses de un mal aire traidor (10).
  • Lamento por la muerte del niño (11).
  • La mujer y la madre abruman a Pascual con sus reproches (12).

Nueva pausa reflexiva (cap. 13).

Tras ella, sigue Pascual contando su historia:

  • Huyendo de su familia, se va a Madrid; luego, a la Coruña (14).
  • Cuando -al cabo de dos años- regresa, su esposa le confiesa que está embarazada del "El Estirao" y muere (15).
  • Pascual mata al hombre que más hiel llevó a su pecho (16).
  • Pasa tres años en el penal de Chinchilla, es puesto en libertad por buena conducta y retorna a su casa (17).
  • Rosario ha buscado a Pascual una novia, Esperanza (18), con la que se casa.
  • Como no puede ser feliz porque su madre le sigue haciendo la vida imposible, la asesina (19).

El primer fragmento (La idea de la muerte llega siempre con paso de lobo...) pertenece al último capítulo de la novela y precede al matricidio.

El segundo (Las cosas nunca son como a primera vista las figuramos) se encuentra en el capítulo 13: Pascual ha estado un mes sin escribir, se confiesa con el padre don Santiago Lurueña y, como se dice en el fragmento, éste le anima a seguir si eso le traía consuelo.

26.3.07

Mendigo (Ángel González)

Lo primero que debemos tener en cuenta es que casi todo el poema depende sintáctica y semánticamente del primer verso: Es difícil andar.

A partir de él se van desgranando una serie de oraciones subordinadas e impersonales:

  1. si se ignoran...
  2. si se duda...
  3. si se teme...
  4. si perdiéndose...

Tras esta última hay un cambio a la primera persona:

(...) / cuando una / cálida brisa me empujó hacia el Sur, / y yo pensé: / (...).

Ahora el protagonista es el poeta (y llegué hasta esta orilla / de mi vida), porque el andar del comienzo no es físico; sino simbólico. Se trata de un perderse para encontrar la verdadera esencia: persona desvalida que recibe lo que los transeúntes quieran darme y pide lo que necesita: una sonrisa, algo de la belleza y de la luz / que hay en vuestra mirada también triste; esto es, nada material, pues el mendigo del título -el propio autor- busca lo afectivo.

A destacar el uso del adverbio también y del adjetivo transeúntes, que igualan al peticionario y a quien es pedido (mira el significado del término). Es decir, tanto el uno como los otros son vagabundos y tienen la misma tristeza en la mirada, sea conscientes o no de ello. Ten en cuenta que Ángel González -como poeta social que es- ha creado un espejo que devuelve, poema a poema, una acabada imagen del hombre de su época.


Ángel González en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Rebeca Ruíz nos lee y comenta brevemente este poema de Ángel González. (Descarga el audio)

Noticias de todo el mundo (Blas de Otero)

El poema pertenece a la etapa social del autor; es decir, ahora el yo poético (propio de su poesía existencial, inmediatamente anterior a ésta) se transforma en un nosotros. De ahí que su nueva razón vital sea la solidaridad humana y la búsqueda de un mundo mejor a través de la poesía.

Rasgos que yo destacaría:

  1. La visión que Blas de Otero da de sí mismo.
  2. El anhelo de comunicación: como en todo texto social, ésta es clave. Así, por ejemplo,
    1. usa un lenguaje sencillo (al menos en apariencia),
    2. recurre a elementos populares (Cariño es lo que yo quiero, / dice la copla) o
    3. se lamenta de no haber llegado aún a las capas más débiles (da miedo pensarlo, pero apenas me leen / los analfabetos, ni los obreros, ni / los niños). Este "aún", (pero ya me leerán), es importante porque representa la esperanza en un futuro mejor.

¿Cómo lo ve el poeta? Con

  1. nuevos versos (no olvidemos que Ahora estoy aprendiendo a escribir, / cambié de clase; es decir, está haciendo una nueva poesía),
  2. un buen jornal (nuevo rasgo social: el poeta se equipara a cualquier trabajador) y, sobre todo,
  3. paz, paz para seguir luchando / contra el miedo.
Es, por lo tanto, un texto en el que Blas de Otero hace balance de su pasado y su presente al tiempo que expresa su confianza en el porvenir, que aparece representado por esa carta / en blanco (esto es, un comienzo, algo que se empieza. Ten en cuenta, también, que la expresión carta blanca significa que se puede actuar con absoluta libertad), de la que vuele una paloma (ahora símbolo de la paz, pero -originariamente- del fin de un período y del inicio de otro: la imagen de la paloma (con una rama en el pico) está tomada de la Biblia: Esperó aún otros siete días, y volvió a enviar la paloma fuera del arca. Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía una hoja de olivo en el pico; y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.)


Dos buenas introducciones a la obra de Blas de Otero aquí y aquí.